Me llegó un correo de esos que dan risa y pena.
Adriana vivía felíz con su marido, hasta que al susodicho se le ocurrió vivir más cerca de la mamita y hermanos. Todo bien hasta que en vez de ser 2 en la mesa los fines de semana eran por lo menos 10. La suegra, la concuñada (a quien Adriana detesta), cuñados, cuñadas, sobrinos etc.
Adriana ya no sabe cómo hacerles entender que no los quiere en su casa, ni cerca de su refrigerador, por si fuera poco ¡la suegra invita a la familia como si fuera su casa!
¿que hago? me pregunta desesperada!!!!
Adriana querida lo que yo haría es:
Hablar con mi marido
Si no entiende vas a la farmacia mas cercana y compras una botella de aceite de ricino, preparas tu mejor comida y se la viertes completita!!!! te aseguro que tu intimidad será respetada y esas pirañas no volverán.
En caso de que sean unos descarados y vuelvan te aconsejo que los obligues a traer qué cocinar y lavar los platos. Eso sería muy buena educación de parte de ellos.
Si aun asi no hacen caso, diles que no te son gratas sus visitas. Mejor es perder a esas personas de una vez y ganar tu espacio y recuperar tu presupuesto, que con estos GOLOSOS se va a las nubes.
Suerte y raya bien la cancha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario